Hubo vientos del norte sobre el Atlántico Norte en los meses antes de que el RMS Titanic abandonara puerto. Estos vientos probablemente jugaron un papel en empujar los icebergs más al sur de lo normal y en el camino del Titanic.
Cuando el Titanic salió de puerto en Queenstown, Irlanda, el jueves 11 de abril de 1912, navegó bajo fuertes vientos del norte-noroeste a 15-20 nudos y una temperatura de unos 50 grados.
Dos días antes, bien al oeste en Boston, unos pocos miles de aficionados temblaron en el frío y las ráfagas de nieve cuando los Medias Rojas vencieron a la Universidad de Harvard por 2-0 en el primer partido que se jugó en el Fenway Park.
El 12 de abril, los vientos eran de oeste a suroeste a unos 15 nudos y la temperatura del mediodía era de unos 60 grados. A medida que la nave continuaba hacia el oeste, los cielos se nublaron a medida que se acercaba un débil frente frío. Las temperaturas del mediodía del sábado 12 de abril seguían rondando los 60 grados, pero otro frente frío (asociado con las anteriores ráfagas de Fenway) estaba al oeste y al norte del barco.
Cuando el Titanic pasó por el segundo frente frío el domingo 14 de abril, los vientos cambiaron al noroeste a 20 nudos. La temperatura del mediodía era de alrededor de 50 grados, pero a las 7: 30 p. m., la temperatura era de 39 grados.
El domingo, las temperaturas nocturnas cayeron por debajo de cero, y los cielos se despejaron y los vientos se calmaron. Una gran masa de aire ártico estaba sobre el área en la noche clara, iluminada por estrellas, con temperaturas bajo cero y vientos tranquilos que resultaron en un mar «como vidrio».»
Se sabía que había icebergs en la región, pero los vientos tranquilos dificultaban detectarlos. Para detectar icebergs durante la noche, los vigías buscaban olas impulsadas por el viento que rompían alrededor de sus bases.
El barco chocó contra un iceberg a las 11: 40 p. m.del domingo 14 de abril.
El lunes por la mañana, después del hundimiento, un sobreviviente informó de una brisa que surgió alrededor del amanecer para agregar al frío de la mañana. Las fotografías del rescate de esa mañana muestran pequeñas olas en la superficie del océano, confirmando ese informe.