¿Así que ha comprado una escultura de bronce pero no está seguro de la mejor manera de limpiarla? Los expertos de Cooper Woodhouse están aquí para proporcionarle una guía práctica para ayudarlo a mantener sus esculturas de bronce en excelentes condiciones.
Lo que usted necesita:
- Un pulido de tela (cualquier paño normal será suficiente)
- Un cepillo pequeño
- Cera
escultura de Bronce de limpieza guía:
Antes de hacer cualquier otra cosa, deberá envolver las férulas de metal del pincel con cinta adhesiva, para evitar rayar o abollar su escultura de bronce. Luego, con un paño de algodón suave, limpio y seco, limpie la escultura de bronce hasta que esté libre de suciedad. Si detecta algún contaminante, como alimentos o huellas dactilares, use un paño húmedo, solo con agua, y frote suavemente la escultura. Es increíblemente importante asegurarse de que la superficie del bronce esté seca antes de la depilación.
Una vez que haya abierto la cera (cualquier tipo de pasta de cera será suficiente), coloque las cerdas de su pincel sobre la cera con un movimiento de barrido. Tres o cuatro golpes deberían bastar. Sin embargo, asegúrese de no golpear la cera, ya que esto sobrecargará el cepillo. Coloque una capa muy delgada de cera sobre la escultura con un movimiento circular y gradualmente la superficie para comenzar a verse mate. Si enceras una escultura pequeña, continúa haciéndolo hasta que se cubra toda la superficie. Si es una escultura de bronce grande, divídala en áreas y haz un área a la vez.
Deje que la cera se seque hasta convertirse en una neblina (el embalaje debe indicarle el momento aproximado) y luego use un paño de algodón limpio para comenzar a frotar suavemente la superficie hasta que aparezca el brillo deseado. Trabajar la tela con un movimiento circular en grandes áreas lisas de la escultura de bronce. Puede repetir el proceso de aplicación de la cera una o dos veces más para obtener una mejor capa protectora.
Mantenimiento recomendado para esculturas de bronce:
Recomendamos la limpieza y el mantenimiento de cualquier escultura de bronce de interior una vez al año. Quizás dos veces al año si la escultura se basa en un ambiente húmedo o corrosivo.