Una rana arbórea de ojos rojos hembra ha puesto un lote de huevos en una hoja. Eligió el lugar con cuidado: la hoja cuelga sobre un estanque.
Cuando los huevos están listos para eclosionar, los renacuajos en el interior comienzan a arremolinarse vigorosamente. La actividad rompe cada huevo, liberando a los pequeños renacuajos. Todos los renacuajos bajan la hoja en un pequeño chorro de humedad de los huevos para incubar, y – ¡plop! ¡plop! ¡plop!- aterrizan en el estanque de abajo.
Alimentándose de pequeños insectos, los renacuajos viven en el agua en la que cayeron hasta que se metamorfosean, o se desarrollan, en pequeños ranitas marrones. En este punto, dejan el agua y suben a los árboles cercanos para vivir como ranas arborícolas.
Para cuando son adultos, las ranas se han vuelto de un color verde llamativo, con lados a rayas azules y amarillas, patas naranjas o rojas, un destello de azul en sus muslos y grandes ojos rojos. Los colores brillantes son un mecanismo de defensa.
Ser verde ayuda a la rana arbórea de ojos rojos a mezclarse con las hojas de los árboles. Si el camuflaje verde falla y un depredador ve una rana dormida, se abalanza para lo que cree que será una comida sabrosa. ¡Pero los ojos de la rana despierta se abren, revelando su sorprendente color rojo brillante!
Además, cuando la rana se apresura a escapar, desenreda sus patas de colores brillantes. El depredador a menudo está tan sorprendido por estos repentinos destellos de color que se confunde momentáneamente y duda. Y mientras lo hace, la rana tiene una fracción de segundo para escapar.