Los perros en su estado salvaje natural no están acostumbrados a orinar o defecar donde duermen. Incluso para un perro doméstico, es bastante raro encontrar un perro que orina donde duerme. Si puede vagar por el patio, defecará afuera y luego volverá a su perrera o colchoneta para dormir para dormir. Pero el hábito se puede crear, dependiendo del entorno y los hábitos a los que expongas a tu perro. Dejar a su perro enjaulado durante demasiado tiempo es uno de esos hábitos y puede enseñarle a un perro a sentirse cómodo sentado en su propio pis. Incluso si no mantienes a tu perro en una jaula, su historia podría ser un factor contribuyente. Si los dueños anteriores de su perro lo guardaban en una jaula o le permitían orinar en el interior, esto podría explicar por qué se siente cómodo haciendo sus necesidades en el mismo lugar donde duerme o se sienta.
Un perro que anteriormente era un vagabundo también puede hacer sus necesidades y sentarse en su propia orina. Esto es irónico porque, como perro salvaje, debería estar acostumbrado a orinar al aire libre, ya que siempre ha tenido mucho espacio para vagar, dormir y hacer sus necesidades. Pero adaptarse a un nuevo entorno con espacios cercanos, una rutina de aseo personal, otras mascotas y personas puede ser abrumador para cualquier perro, lo que puede llevar a episodios de orinarse a sí mismo, por así decirlo. Esto es orinar por estrés y no solo le sucede a los perros ansiosos, sino también a los perros sumisos, asustados de su nuevo entorno o incómodos al conocer gente nueva. La veterinaria y entrenadora de perros Megan Ventura dice que, al igual que en los humanos, el control de la vejiga en los perros está controlado por el sistema nervioso simpático. Un niño humano cuando está asustado o estresado puede tener ganas de orinar y orinar él mismo. Lo mismo le sucede a un perro asustado, que puede correr a una esquina que considera segura, orinar y luego sentarse en su orina.
Además, un artículo compartido por The Humane Society sostiene que los perros pueden exhibir micción sumisa debido al miedo. Lo harán cuando sean recibidos, regañados o en presencia de perros dominantes. Su lenguaje corporal, como meter la cola, sacudirse o apartar los ojos, es lo que indica que orinar es sumiso y no solo por costumbre.