Declaración conjunta de Margot Wallström , Ministra de Relaciones Exteriores de Suecia , y Leila Zerrougui, Representante Especial del Secretario General para la Cuestión de los Niños y los Conflictos Armados
En todo el mundo, cientos de miles de niños se van a dormir cada noche, no con su osito o muñeca favoritos a su lado, sino con una pistola.
Cuando cierran los ojos, no repiten los recuerdos felices e inocentes de su día, sino que luchan por ocultar a sus mentes los horrores que han visto ese día. No hay un padre amoroso que los arrope; de hecho, muchos se estremecen ante el sonido de los pasos que se acercan a su cama. Esta es la experiencia de los niños soldados de todo el mundo.
Estos niños y niñas están obligados a luchar en el frente, obligados a ser terroristas suicidas en mercados y escuelas. Sirven como esposas forzadas, o espías detrás de las líneas enemigas, como cocineras y porteadores en apoyo de los esfuerzos de guerra. El reclutamiento y la utilización de niños a menudo da lugar a graves traumas físicos y psicológicos, que persisten incluso después de terminado el conflicto. Esta práctica también está inextricablemente vinculada a otras violaciones de los derechos de los niños en los conflictos, como los secuestros, la violencia sexual y los ataques a las escuelas.
En todo el mundo, casi 250 millones de niños viven en países afectados por conflictos y decenas de miles de ellos han sido reclutados y utilizados como niños soldados. A pesar de esta realidad, estamos avanzando para poner fin a esta práctica horífica y cruel, que roba a los niños su futuro.
Hoy, al conmemorar el Día Internacional contra la Utilización de Niños Soldados, que es también el 15º aniversario de la entrada en vigor de un tratado de prohibición del reclutamiento y la utilización de niños en conflictos armados, también celebramos un logro notable de la comunidad mundial y de las Naciones Unidas. Por fin hemos llegado a un acuerdo mundial entre los Estados Miembros en el sentido de que los niños menores de 18 años nunca deben ser reclutados ni utilizados en conflictos armados. A partir de 2016, todas las fuerzas armadas nacionales identificadas por el Secretario General como que utilizan niños soldados están trabajando con las Naciones Unidas para poner fin a esta práctica. Se trata de un acontecimiento de gran importancia que abre nuevas puertas para abordar el sufrimiento de los niños en tiempos de guerra.
Desde 2000, más de 115.000 niños han sido liberados de las fuerzas y grupos armados. Esto demuestra el poder de la ONU y los Estados miembros trabajando juntos para devolver un futuro a aquellos que pensaban que habían sido abandonados.
El camino a seguir
A pesar de este progreso, la escala y la intensidad de los conflictos actuales están llevando al límite nuestra capacidad de proteger a los niños. En zonas de guerra, como Siria, Sudán del Sur, Iraq y Yemen, estamos presenciando una ruptura profundamente preocupante de la humanidad y un respeto cada vez menor por la vida y la dignidad humanas. Se coloca a los niños en el centro del conflicto y se los ataca directamente, se destruyen sus hogares y escuelas y se cortan deliberadamente los suministros de alimentos y agua.
La forma más eficaz de proteger a los niños es prevenir y resolver los conflictos y mantener la paz. Esta debe ser nuestra prioridad. La comunidad internacional tiene que encontrar mejores formas de influir en las partes en conflicto e ilustrar los enormes costos de la guerra, tanto para el futuro de los niños como para sus comunidades. Cuando comiencen los procesos de paz, debemos incluir sistemáticamente la protección de los niños desde el principio. Abordar estos desafíos es fundamental para construir una paz sostenible.
Cuando la prevención y la solución de conflictos fracasan, es más importante que nunca garantizar el uso eficaz de los instrumentos creados por las Naciones Unidas, y en particular por el Consejo de Seguridad. El mantenimiento de una vigilancia rigurosa y la presentación de informes sobre las violaciones de los derechos de los niños es un requisito previo para la adopción de medidas con conocimiento de causa. El grupo de trabajo del Consejo de Seguridad sobre los niños y los conflictos armados, creado en 2005 y presidido actualmente por Suecia, tiene un papel importante que desempeñar para garantizar que la información oportuna y fiable sobre las repercusiones de los conflictos armados en los niños guíe la labor más amplia del Consejo de Seguridad.
Suecia hará todo lo posible para que el grupo de trabajo cumpla su tarea de obtener resultados tangibles para los niños y las niñas afectados por el conflicto armado. Como Presidente, Suecia colaborará de manera proactiva con los países, especialmente con aquellos que han demostrado su voluntad de abordar estas cuestiones y que necesitan nuestro apoyo. También trabajaremos con organizaciones regionales. Tenemos la responsabilidad conjunta de asegurarnos de que los niños afectados por la guerra tengan voz y esperanza de un futuro mejor.
Finalmente, la reintegración de los ex niños soldados debe ser un fuerte foco de nuestros esfuerzos. Estos niños rara vez reciben el apoyo adecuado para reincorporarse a sus comunidades, a menudo debido a la falta de recursos adecuados para proporcionar el apoyo inmediato y a más largo plazo que necesitan. Debemos ser más persuasivos al alentar a los gobiernos, incluidos los donantes, a que comprendan la importancia de esta inversión para ayudar a las comunidades a reconstruir después de los conflictos. Es una pieza final crucial del rompecabezas para garantizar una paz sostenible.
La infancia que imaginamos para nuestros propios hijos e hijas es a menudo un sueño lejano para los niños que crecen en zonas de guerra. Sin embargo, no tiene por qué ser así. En este Día Internacional contra la Utilización de Niños Soldados, renovamos nuestro compromiso de hacer todo lo que esté a nuestro alcance para proteger a los niños afectados por los conflictos armados y ayudarlos a recuperarse. Hemos recorrido un largo camino. Aprovechemos este impulso para pasar página de una vez por todas sobre el reclutamiento y la utilización de niños en los conflictos.
Esta declaración también se publicó en Swedish Foreign Policy News
Para obtener más información, póngase en contacto con:Stephanie Tremblay, Oficial de Comunicaciones, Oficina del Representante Especial del Secretario General para la Cuestión de los Niños y los Conflictos Armados, +1-212-963-8285 (oficina), +1-917-288-5791 (móvil), [email protected]