Cómo el sueño puede Afectar el Estrés

El sueño de alta calidad puede tener un impacto enormemente positivo en nuestra salud, que incluye un menor riesgo de enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares y diabetes. Incluso puede mejorar tu estado de ánimo y limpiar tu piel. Sin embargo, uno de los beneficios más impactantes es el efecto que puede tener en los niveles de estrés.

Si bien un poco de estrés es natural, demasiado puede ser perjudicial para su salud. Parte del estrés puede ser causado por diferentes factores internos y ambientales, pero se ve afectado en gran medida por la cantidad de sueño que duermes o no duermes. Con un número creciente de adultos demasiado estresados, dormir lo suficiente se ha convertido en una opción de estilo de vida cada vez más importante y saludable. Estas son algunas de las formas en que el sueño puede afectar tus niveles de estrés y cómo asegurarte de que descansas bien por la noche de manera constante.

El sueño disminuye los niveles de cortisol

La falta de sueño puede hacer que el cuerpo reaccione como si estuviera en peligro, liberando más de la hormona del estrés, el cortisol. El cortisol es responsable de su reacción de lucha o huida ante el peligro, aumentando su frecuencia cardíaca en previsión de una pelea. Sin embargo, demasiado cortisol puede provocar aumento de peso y problemas cardiovasculares con el tiempo. Esto ocurre a menudo cuando los malos hábitos de sueño impiden que el cuerpo regule sus niveles hormonales durante la noche. De hecho, dormir menos de cinco horas por noche se ha relacionado con problemas relacionados con el cortisol, como la presión arterial alta.

Descansar más puede disminuir significativamente los niveles de cortisol y restablecer el equilibrio en los sistemas del cuerpo. En un paso preventivo, intente dormir entre siete y nueve horas por noche para evitar el aumento de los niveles hormonales por completo y reducir los sentimientos de estrés y ansiedad existentes.

Regula el sistema inmunitario

La capacidad del sueño para regular el sistema inmunitario, e incluso mejorarlo, es un aspecto esencial de una vida sin estrés. Todos sabemos que la enfermedad no es divertida, pero también agrega mucha carga a un cuerpo ya ocupado. Junto con el estrés mental, la enfermedad en una parte del cuerpo pone mucho estrés físico en el resto de sus sistemas, lo que hace que trabajen en exceso y se esfuercen por hacer esfuerzo.

Mientras duerme, sin embargo, su cuerpo se hace un balance de sí mismo y produce sustancias que combaten las infecciones y se defienden contra las enfermedades. Por lo tanto, dormir lo que necesita para mantener su sistema inmunitario puede mejorar su respuesta a la enfermedad, acortar el tiempo que tarda en recuperarse y permitirle volver a la vida normal.

Disminuye la ansiedad

Los investigadores han descubierto que perder demasiado sueño puede activar una región del cerebro que controla el procesamiento emocional y la preocupación. Si bien las personas con un trastorno de ansiedad son mucho más propensas a sentir los efectos mentales de la falta de sueño, aún puede afectar a cualquier persona que no descanse lo suficiente. Puede sobrecargar el corazón y causar estrés grave, afectando negativamente su salud mental y la forma en que maneja las situaciones sociales.

El sueño adecuado, sin embargo, ha demostrado reducir drásticamente los sentimientos de ansiedad al mejorar su capacidad para procesar el estrés y reaccionar de manera adecuada. Específicamente, una buena noche de sueño puede mejorar tu estado de ánimo, perspectiva y temperamento.

Dormir mejor es más fácil de lo que crees

¿Ya estás estresado? No lo sientas. El estrés es algo serio, pero hay muchas maneras de actualizar tus patrones de sueño y reducirlos.

Comience durmiendo lo suficiente. Los médicos sugieren que los adultos promedio duermen entre siete y nueve horas por noche. Asegúrate de mantener tu cuerpo en una rutina nocturna programada que incluya horas adecuadas para dormir. No tenga miedo de ajustar su hora de acostarse si es necesario, solo asegúrese de hacer la transición lentamente: aproximadamente 10-15 minutos todos los días.

Luego, asegúrese de que su dormitorio esté configurado para dormir con éxito. Su cama debe estar compuesta por un somier robusto y silencioso y un colchón de espuma cubierto con almohadas hechas de material adaptativo pero de apoyo. Las cortinas oscuras y pesadas también ayudarán a evitar el ruido y las luces que distraen, sin importar a qué hora del día duerma.

Por último, considere hacer ejercicio por la mañana o temprano por la noche. El trabajo físico adicional cansa a su cuerpo y lo obliga a desear los beneficios restauradores del sueño. Solo asegúrese de que su ejercicio no esté demasiado cerca de la hora de acostarse, ya que puede aumentar su frecuencia cardíaca durante aproximadamente una hora después, lo que hace que sea más difícil quedarse dormido.

El sueño y el estrés van de la mano. Una mente estresada puede mantenerte despierto a todas horas de la noche, y la falta de sueño puede aumentar los niveles de ansiedad. Asegúrese de equilibrar su horario de sueño para reducir el estrés y cuidar su salud.

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