El impacto de la industrialización en la Primera Guerra Mundial fue tan grande que es fácil distinguir la Primera Guerra Mundial de todos los conflictos anteriores de la historia. La Primera Guerra Mundial fue una guerra total que obligó a todos los sectores de la sociedad a trabajar por el esfuerzo bélico. La industrialización jugó un papel importante en hacer de la Primera Guerra Mundial una guerra total. En primer lugar, permitió a todos los países involucrados producir enormes cantidades de material, armamento y municiones. Los Aliados y las Potencias Centrales fueron capaces de lanzarse decenas de millones de proyectiles de artillería y balas entre sí. En segundo lugar, la industrialización cambió la logística de la guerra y permitió a las naciones mover hombres y materiales de manera mucho más eficiente. En tierra, las naciones usaban vastas redes de ferrocarril para mover hombres entre frentes de batalla y, en el mar, nuevas clases de acorazados, cruceros y transportes permitían a los países enviar materiales por todo el mundo.
Finalmente, la industrialización llevó a la creación de nuevas tecnologías militares que tuvieron un impacto devastador en el campo de batalla. La más importante de estas innovaciones fueron las nuevas formas de artillería y la ametralladora. Estas tecnologías avanzadas podrían producirse a gran escala, lo que les permitiría dominar el campo de batalla. En el transcurso de la guerra, las primeras formas de tanques blindados y aviones también harían sentir su presencia. El uso de artillería avanzada y ametralladoras provocó bajas masivas en ambos bandos y obligó a los combatientes a emprender una guerra de trincheras en un esfuerzo por defenderse.