Si está pasando por un divorcio, probablemente le preocupe el efecto en sus hijos. Este puede ser un momento difícil para ellos. Las emociones de los niños pueden pasar por etapas y cambiar. Su hijo puede sentirse triste, confundido, enojado, culpable o preocupado por lo que le sucederá. La forma en que maneje los cambios será importante para el bienestar de su hijo.
¿Qué debemos decirle a nuestros hijos sobre nuestra separación/divorcio?
- Planifique cómo se lo dirá a sus hijos. Si puedes, es mejor que ambos padres lo hagan juntos. Piensa en un buen lugar y momento para hablar. Sea honesto, pero también tenga en cuenta las edades de sus hijos al decidir cuánto decirles. Los niños más pequeños necesitarán menos detalles. Los niños mayores pueden pedir más información.
- Asegúrele a sus hijos que todavía los ama y que ambos seguirán cuidando de ellos. Hágales saber que habrá muchas oportunidades para pasar tiempo con ambos padres.
- Tenga muy claro que no son la causa de la separación. Los niños pequeños especialmente se preocuparán de que sean los culpables de la separación o el divorcio. Explique que este es un problema de adultos y que no había nada que sus hijos pudieran hacer para prevenirlo. También necesitan saber que no hay nada que ellos (u otros) puedan hacer para cambiarlo. Ayúdelos a entender que el divorcio es definitivo.
- Anime a sus hijos a hablar abiertamente sobre sus sentimientos. Cuando hablen, escuchen con atención y traten de no interrumpir. Es normal que los niños tengan problemas para expresar sus sentimientos, así que sea paciente. Aunque puede ser difícil, es importante que sean honestos sobre sus miedos y preocupaciones. Responda cualquier pregunta con la mayor honestidad posible.
- Si su hijo se siente incómodo hablando con usted, ayúdelo a encontrar a alguien en quien pueda confiar, como otro familiar, médico, psicólogo o trabajador social.
- Dígale a sus hijos solo lo que necesitan saber. No discuta las decisiones de los adultos ni discuta frente a sus hijos. No deben participar en ninguna reunión que tenga con un abogado u otras personas involucradas con la separación o el divorcio.
¿Qué podemos hacer para facilitar la transición?
- Hable de los arreglos de visitas con el otro padre antes de sugerir un plan a sus hijos.
- Una vez que haya finalizado sus planes, hable abiertamente sobre cómo cambiarán los arreglos de vivienda. Tenga claro con quién vivirán sus hijos y cuándo. Tienen derecho a conocer las decisiones que se toman en su nombre. Recuerde que es posible que los planes tengan que cambiar a medida que envejecen. Discuta los arreglos de vida con un niño mayor o adolescente y esté dispuesto a respetar sus sentimientos sobre dónde quiere vivir.
- Mantenga las rutinas lo más normales posible. Los niños se sienten seguros y más seguros si saben qué esperar. Trabaje para crear rutinas comunes que puedan seguir ambos hogares.
- Si tiene más de un hijo, pase tiempo de calidad a solas con cada uno de ellos.
- No hable negativamente sobre el otro padre a sus hijos, familiares o amigos. Si está luchando con sus propios sentimientos y emociones, busque un amigo o consejero que lo apoye con quien hablar. Puede resultarle útil establecer «reglas básicas» al hablar con el otro padre.
- los Niños pueden sentir que están solos en esta situación. Si es posible, busque a otras familias con «dos hogares» para que su hijo pueda ver que no son los únicos cuyos padres viven separados.
- Sea educado cuando recojan o dejen a sus hijos. Si eres cariñoso y tranquilizador, puede ayudarlos a sobrellevar la transición.
- Deje que su hijo hable con el otro padre siempre que lo necesite. Trate de mostrar interés en el tiempo que pasan con el otro padre. No sugiera con palabras o acciones que su hijo es desleal si disfruta el tiempo lejos de usted.
- Respetar los límites razonables establecidos por el otro padre. No socave la autoridad del otro padre ni revierta ninguna decisión que haya tomado. Discuta las reglas y la disciplina con el otro padre para que sea lo más consistente posible en ambos hogares.
- Comuníquese directamente con el otro padre y no espere que los niños actúen como mensajeros. No se debe esperar que te den información sobre las actividades, los amigos o los ingresos del otro padre.
- Sus hijos pueden sentir que su relación con la familia extendida, como tías y tíos, también está cambiando. Reconoce estos sentimientos y da muchas oportunidades para mantener esas conexiones.
- Mantenga informados a otros adultos importantes en la vida de sus hijos (maestros, proveedores de cuidado infantil, entrenadores) sobre lo que está sucediendo para que puedan estar atentos a cualquier señal de advertencia de que su hijo tiene problemas para sobrellevarlo.
- Comparta información médica y escolar importante con el otro padre. Trate de asistir a reuniones y citas juntos para que ambos puedan estar informados.
¿Cuándo debo llamar al médico?
Su hijo tardará tiempo en adaptarse a estos cambios. Un niño más pequeño podría comenzar comportamientos que ya había superado. Por ejemplo, podrían pedir un chupete. Los niños mayores pueden estar enojados o sentirse abrumados por el cambio. Todas estas son reacciones normales y deberían mejorar con el tiempo.
Las señales de advertencia de que su hijo está teniendo problemas más graves pueden incluir:
- ansiedad,
- tristeza y depresión,
- un cambio en los hábitos de alimentación o sueño,
- problemas en la escuela, o
- comportamiento agresivo.
Si el comportamiento continúa o empeora, consulte a su médico.
Hay muchas fuentes de apoyo para ayudarlo a usted y a sus hijos a superar este momento difícil. Si lo necesita, comuníquese con amigos, familiares y grupos comunitarios o religiosos para pedir ayuda.
También es importante tener tiempo para ti y darte tiempo para adaptarte al cambio. Usted necesita estar sano y descansado para sus hijos.
¿Qué pasa si hay un problema más grave?
Desafortunadamente, hay momentos en que una separación o divorcio puede ser el resultado de un abuso en una relación o en su hogar. Si este es el caso, es importante que encuentre un lugar seguro para que usted y sus hijos se queden. Un refugio puede estar disponible en su comunidad y puede ofrecerle el apoyo que necesita.
Consulte a su médico o comuníquese con la agencia de bienestar infantil local si cree que su hijo está siendo maltratado o descuidado.
Revisado por los siguientes comités de SPI
- Comité de Salud Mental y Discapacidades del Desarrollo
Última actualización: Agosto 2018